Tamiz: La importancia de la limpieza adecuada

Un proceso estándar en cualquier laboratorio analítico, es la realización de ensayos utilizando un tamiz, en los cuales se puede determinar la distribución del tamaño de partículas de un material granular en específico. 

El principal problema con la mantención de un tamiz, es que pueden presentar dificultades al momento de su limpieza, sobre cuando se requiere eliminar por completo todos los contaminantes desde la malla metálica. Cada pequeño grano que quede atorado en el tamiz, debe ser removido para que sus resultados sean precisos y confiables.

Una solución para esta problemática está en el Baño Ultrasónico. Este tipo de limpieza funciona mediante la inmersión del objeto en un tanque con líquido, en el cual se envían ondas de sonido de alta frecuencia a lo largo del tanque. 

Estas ondas de sonido forman áreas de alta y baja presión, lo que a su vez, genera burbujas microscópicas que implosionan violentamente a medida que la siguiente onda de sonido pasa. Esta acción se llama cavitación y crea una acción similar a la del fregado con una escobilla, dentro del líquido.

Dependiendo del modelo, un Baño Ultrasónico tiene un tanque especialmente adaptado para la limpieza de un tamiz redondo, así como otras aplicaciones estándar como la desgasificación de solventes para Cromatografía líquida de alta eficacia y el procesamiento de muestras. En el caso de un tamiz, se puede activar un modo de ultrasonido único para este instrumento, con pulsos poderosos que limpian de manera confiable el tamiz.