La centrífuga es un instrumento esencial y ampliamente utilizado por laboratorios de todo el mundo. Dentro de estos laboratorios, es necesario contar con procesos de muestra seguros y eficientes junto con una centrífuga confiable de alto rendimiento para obtener resultados rápidos.
A continuación, analizaremos qué es la centrifugación, así como algunos puntos clave de compra:
La centrifugación es el proceso de utilizar un fuerte tirón de rotación conocido como fuerza centrífuga para separar sustancias de diferentes densidades mediante el uso de una centrífuga. A medida que gira la centrífuga, las sustancias más densas de la mezcla se alejan del centro de la centrífuga, mientras que las sustancias menos densas (el sedimento) de la mezcla se mueven hacia el centro de la centrífuga.
Todo este proceso hace que el sedimento se acumule en el fondo del recipiente de muestra mientras que la sustancia restante (el sobrenadante) se vierte o se elimina con una pipeta Pasteur.
Al adquirir una centrífuga en el mercado, hay algunos puntos clave que a tener en cuenta para asegurarse de elegir la centrífuga adecuada para su laboratorio. En primer lugar, se debe considerar las aplicaciones presentes y futuras de cultivo celular y sedimentación clínica. Luego debe considerar si se trata de separar ADN y precipitados de proteínas o de sedimentar células, orgánulos celulares y fragmentos de células para encontrar una centrífuga que cumpla con esos protocolos.
Los siguientes puntos clave a tener en cuenta son el tamaño de la muestra (micro o macro) y la cantidad de muestras (volumen bajo a alto) con las que se trabajará. Luego, se debe ver el tipo de centrífuga (micro, de alta velocidad, ultra, etc.), tipos de rotores (ángulo fijo, cubo oscilante, etc.), máx. velocidad (500 a 150,000+ rpm) y máx. RCF (2,000 a 1,000,000+ xg) necesarios para realizar sus tareas de separación. Una vez se hayan reducido todas estas especificaciones, será mucho más fácil encontrar la centrífuga adecuada para cada laboratorio.