Destilación de aceites: ¿Cómo se realiza?

En la industria cosmetológica y de la medicina natural, es muy necesaria la extracción de aceites esenciales de origen natural, como lo son las flores, plantas, y hierbas aromáticas para la producción de jabones, shampoo, perfumes, etc.

Existen una gran variedad de métodos, artesanales, industriales y químicos, para la extracción de aceites esenciales, pero la más segura, económica y utilizada es la destilación por vapor, la cual no requiere la adición de elementos químicos externos y funciona únicamente por la acción del calor y la presión de aire. Antes de la creación del sistema de destilación, era el prensado la manera más utilizada para la obtención de aceites esenciales.

El proceso de destilación de los aceites comienza con el posicionamiento de la muestra desde la cual se extraerá el aceite en el equipo de destilación, donde se verá sometido a vapor de agua caliente durante una cierta cantidad de tiempo.

Durante el proceso, el calor del vapor de agua, rompe las cámaras donde está almacenado el aceite esencial del producto y éste es luego liberado, mezclándose con el vapor, ya que los aceites también son volátiles.

Luego de esto, el vapor, ya mezclado con el aceite, sube por el destilador hasta el condensador, un tubo en espiral que enfría el vapor de agua, ya que está sumergido en agua fría. Al término de este proceso, el agua resultante y el aceite, pueden ser recogidos desde el balón de destilación. 

El balón de destilación tiene dos salidas, mediante las cuales se puede recuperar, por un lado, el aceite esencial y por el otro el hidrolato restante. El aceite esencial, al ser menos denso que el agua, flotará por encima de ella. Este proceso debe realizarse de manera constante durante la destilación, ya que la gran cantidad de hidrolato producido puede desbordar el balón de destilación.