La Pérdida por ignición es un método utilizado en química analítica inorgánica. Esta práctica consiste en encender o calentar vigorosamente, una muestra a una temperatura designada, lo que permite que las sustancias volátiles de la muestra escapen, hasta que la masa de la muestra deja de cambiar. Este proceso a menudo se realiza dentro del aire, pero se puede realizar en otra atmósfera inerte o reactiva.
La Pérdida por ignición mide el contenido de materia orgánica en una muestra de suelo, cemento, lodos y residuos. Los materiales volátiles que se pierden durante el análisis, típicamente consisten en agua (hidratos) y Co2 de carbonatos. Puede ser utilizado como test de calidad y asegura que la materia orgánica volátil ha sido removida de la muestra.
De esta forma, la Pérdida por ignición corresponde a la cantidad de peso perdido en una muestra, una vez que ha sido sometida a un proceso de calentamiento.
La pérdida por ignición de una muestra se reporta como un análisis elemental o de óxido de un mineral. Se calcula al comparar el peso de una muestra antes y después de ser sometida a las altas temperaturas durante la ignición. La pérdida por ignición representa la cantidad de materia orgánica que tiene una muestra.
El método común para realizar la pérdida por ignición es:
Un crisol vacío es pesado y registrado antes de añadir la muestra.
La muestra se pone en el crisol y se vuelve a pesar. El peso de la muestra se determinará restando el peso del crisol vacío con el del nuevo peso.
La muestra luego se posiciona en un horno de secado para secar la muestra.
Una vez frío, el crisol se vuelve a pesar, la diferencia corresponde al contenido de agua,
La mufla luego se ajusta a la temperatura deseada y la muestra se enciende por el tiempo que sea necesario.
Una vez frío, el crisol se vuelve a pesar. La diferencia entre este peso y el peso seco, corresponderá al contenido orgánico.