El agitador magnético es un equipamiento utilizado en el laboratorio y que genera un campo magnético para lograr mezclar automáticamente solventes y solutos.
Un agitador magnético común se compone de una barra magnética, también llamada barra de agitación y una placa, la cual contiene un magneto rotatorio o en su defecto, varios electromagnetos posicionados en círculo, los que a su vez formarán un campo magnético que gira creando la mezcla.
Durante el proceso de mezcla, la barra de agitación se insertará dentro de un matraz o vaso precipitado, en donde estará contenida la muestra que se desea mezclar. Este contenedor estará sobre la placa con el campo magnético, el cual reaccionará frente a la barra de agitación haciéndola girar. El tamaño y forma de la barra de agitación determinará que tan emulsionada estará la muestra tras la mezcla, según lo que se desee para el análisis.
Estos equipos usualmente están equipados con calefacción, alcanzando rápidamente temperaturas de hasta 300°C, dependiendo de las distintas aplicaciones que se requieran durante el experimento.
El uso del agitador magnético elimina la mezcla manual de las muestras, lo que disminuye los riesgos de contaminación, tanto de la muestra como del manipulador de la misma. Estos equipos son muy utilizados en la industria alimentaria, en donde la más mínima contaminación puede afectar toda la cadena de control de calidad. Es también un equipo aplicado en la medicina, biología y la investigación en general.
Al momento de utilizar el agitador magnético, se debe posicionar el vaso precipitado o matraz, con la muestra que se requiere emulsionar, sobre la placa de agitación. A continuación, se introduce la barra de agitación en el contenedor y se enciende el equipo, ajustando la velocidad en el mínimo, para luego ir aumentándola gradualmente.
Durante el uso, se debe controlar que el líquido no salpique ni se desborde el contenedor y no se debe retirar la barra de agitación hasta que el equipo esté completamente detenido y apagado.