Cómo usar una Placa Calefactora para Baño de Arena

Un Baño de Arena es un procedimiento de laboratorio que se ha utilizado en estos establecimientos desde el tiempo de los alquimistas. Consiste en un recipiente que se calienta y es luego sumergido en arena, la que conduce el calor desde la superficie que se calienta hacia los costados del contenedor. En los laboratorios modernos, estos Baños aún son muy utilizados y se montan típicamente usando una Placa Calefactora o Manta Calefactora sobre la que se posiciona el contenedor de metal que contiene la arena.

Para realizar el montaje de un Baño de Arena simple, se necesita:

1- Placa Calefactora con superficie metálica: En este caso, no se recomienda el uso de una Placa son superficie de cerámica, esto porque la arena ya está en un contenedor reflectante, el que refleja el calor de regreso a la superficie de cerámica y puede ocasionar un sobrecalentamiento, quemaduras e incluso trizaduras. 

2- Contenedor de metal para el arena: Están especialmente diseñados para el uso en Baños de Arena, aunque también sirve cualquier contenedor regular de metal, siendo el más usado el acero. Debe ser más pequeño que la superficie de la Placa Calefactora y ser lo suficientemente alto para que esté adecuadamente cubierto por la arena.

3- Recipiente resistente al calor: Puede ser de vidrio de borosilicato, ya que tiene una mayor resistencia a la temperatura.

4- Arena limpia y seca

Algunas de las ventajas del uso de Baños de Arena son:

– El calor se conduce directamente a los costados del contenedor caliente. Debido a esto, éste se calienta de manera más uniforme que si la fuente de calor viniera solo desde abajo.

– El contenedor se calienta de manera gradual, lo que disminuye el riesgo de trizaduras de los instrumentos de metal.

– No es necesario revolver constantemente, gracias a la distribución uniforme del calor.

– Si el recipiente se llegara a volcar, la arena absorbería el derrame, manteniendo limpia y segura la superficie de la Placa Calefactora.