La Placa Calefactora es utilizada en la gran mayoría de los laboratorios para funciones básicas de calentamiento y agitación. La mayoría de los modelos ofrecen una superficie de distintos materiales, siendo los más comunes la cerámica, el aluminio y la combinación de ambos.
Los beneficios del uso de estos materiales son:
– Cerámica: Una Placa Calefactora con cubierta de cerámica tiene una excelente resistencia química, por lo que es ideal para el trabajo con productos corrosivos que puedan salpicar a la superficie. Se calienta rápido y pueden ofrecer temperaturas de hasta 450°C.
La cerámica es sencilla de limpiar y su superficie blanca la hace perfecta para titulaciones u otros trabajos en los que se requiere una clara visibilidad del color de la muestra.
Por otro lado, las Placas de cerámica tienen una uniformidad de temperatura deficiente en su superficie, sumado a bordes fríos. Esto es útil para la seguridad del operador, pero es un problema cuando se necesita calor en toda la superficie de igual manera. Si se está calentando una muestra en un recipiente de mayor tamaño y se requiere de control de la temperatura, esto no podrá ser logrado gracias a los bordes fríos.
Adicionalmente, en una Placa Calefactora de cerámica sólo se pueden calentar contenedores de vidrio y tampoco se puede utilizar para baños de arena o cualquier contenedor que refleje el calor de regreso a la superficie, ya que puede provocar que se rompa.
– Aluminio: Este material es más robusto y puede soportar golpes accidentales de mejor manera que una Placa Calefactora de cerámica. Ofrece una temperatura consistente en toda la superficie y se calienta hasta los bordes. Típicamente, una Placa calefactora de aluminio ofrece una uniformidad de la temperatura de ±10°C. Esto las hace más adecuadas para cuando se requiere de un control preciso de temperatura.
El aluminio tiene también una mayor estabilidad de la temperatura, aunque ofrecen una temperatura máxima menor que la cerámica, bajo los 400°C. Este tipo de cubierta permite utilizar contenedores de metal, como el acero inoxidable, que suele ser la mejor opción. Es ideal para cuando se requiere calentar varios contenedores a la vez debido a su uniformidad de calor.
Como desventaja, este material es más susceptible a los químicos corrosivos y es más difícil de limpiar.
– Aluminio con recubrimiento de cerámica: Esta combinación es lo mejor de los dos mundos. Se une la resistencia química de la Placa de cerámica con los altos niveles de uniformidad de temperatura que se logra con el aluminio. Tiene una temperatura máxima menor a la cerámica.