El Biogás es un combustible producido por métodos naturales, mediante la biodegradación de la materia orgánica. Para ello, se utilizan microorganismos, unidos a otros factores en un ambiente anaeróbico. Un tipo de Biogás es el Biometano, el que tiene las mismas propiedades y ventajas que un combustible fósil, por lo que es totalmente capaz de reemplazarlos. Este biocombustible tiene menos emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas, además, es neutro en Co2, por lo que ayuda a contrarrestar el cambio climático.
La mezcla correcta de materias primas, como el estiércol líquido, restos de alimentos y materiales de plantas procesadas, es clave para asegurar una producción eficiente de Biometano. Esta combinación de materias primas es descompuesta por microorganismos en una serie de etapas, lo que resulta en la producción de metano o metanogénesis.
El PH de este medio es una consideración importante durante este proceso. Los valores en un ambiente de producción pueden variar entre el 6.0 al 8.0, con un PH cercano al 7.0 siendo citado como el mejor valor para una digestión eficiente y posterior producción del metano.
La digestión anaeróbica es un proceso dinámico y los operadores de las plantas de Biogás deben tener claro si hay suficientes nutrientes en la mezcla para mantener una carga bacteriana saludable. Adicionalmente, la mezcla de desechos debe tener una capacidad de buffer adecuada, para así proteger contra posibles cambios en el PH.
Otros índices importantes a tener en cuenta en la producción del Biogás son la determinación de los ácidos orgánicos volátiles (FOS) y el carbono total inorgánico (TAC) o relación de alcalinidad. La relación FOS/TAC es un indicador constante de la estabilidad de los bio-fermentadores, basados en el contenido de ácidos grasos volátiles (FOS) y capacidad de buffer (TAC) lo que previene la acidificación en el reactor.
La relación FOS/TAC, cuando es utilizada en conjunto con el PH total del sistema, permite que los operadores puedan evaluar y tomar acciones correctivas cuando sea necesario, para mantener la digestión lo más cerca posible a su máximo rendimiento.