Agitador de Tamiz: Cómo realizar un análisis de suelo

Realizar un análisis granulométrico de suelo, utilizando un Agitador de Tamiz, o en su defecto, un Tamiz de mano, permite conocer el tamaño de las partículas que lo componen, lo que a su vez entrega información sobre su origen, propiedades y abundancia de compuestos. Esto se realiza dividiendo la muestra en fracciones, con el Tamiz, logrando así separarla en partículas del mismo tamaño.

Antes de realizar el tamizado, la muestra de suelo debe secarse al aire, para así evitar que se generen grumos en las partículas más finas, además de evitar también que se obstruya el Agitador de Tamiz, el cual debe ser limpiado minuciosamente antes de utilizarlo.

Si después del proceso de secado, la muestra aún presenta grumos muy grandes, estos deben ser desgranados para que el ensayo sea válido. Esto se puede realizar con un mortero con punta de goma, para así no aplastar ni triturar las partículas individuales.

Durante el ensayo, el movimiento de agitación debe ser idealmente uno horizontal, el cual es más eficiente y presenta menor pérdida de muestra durante el tamizado, el cual debe realizarse por al menos 10 minutos si la cantidad de la muestra es pequeña a mediana, de ser mayor, se debe aumentar este tiempo, asimismo si ésta contiene un material de grano más fino, independiente de su peso.

Mediante el estudio logarítmico del porcentaje acumulado de partículas que pasa por el Agitador de Tamiz, junto con la abscisa que representa la abertura del tamiz, se pueden obtener las curvas de gradación, para saber así, si la gradación de la muestra se ajusta a las necesidades del estudio o no. 

Este porcentaje se puede obtener mediante el peso del material retenido en el Agitador de Tamiz, el que se debe secar en un horno de laboratorio. Los diferentes pesos se deben sumar y luego comparar con el peso inicial de la muestra. Si la pérdida de muestra durante el ensayo es superior al 2% del total, entonces este se considerará inválido.