La textura del suelo se puede determinar mediante un análisis granulométrico, para así poder establecer la distribución cuantitativa de partículas minerales en una masa de suelo. Esta es una propiedad que no cambia mucho a lo largo del tiempo y es un importante indicador de la calidad y productividad del suelo, ya que influye directamente en su capacidad de infiltrar y retener agua, entre otros factores.
El objetivo principal del análisis granulométrico es determinar la proporción de partículas menores de 2 milímetros en clases de tamaño de las partículas primarias como la arena, limo y arcilla. Los principios de este análisis son: rotura de agregados del suelo por desagregación mecánica, dispersión química para individualizar partículas minerales, separación de estas partículas por tamaño mediante tamizado y sedimentación en medio acuoso.
Luego de obtenidos los porcentajes de cada partícula, arena, limo y arcilla, determinados por diferencia, estas se conectan entre sí, de tal manera que el punto de encuentro de las tres indique la textura del suelo, lo que se expresa en un triángulo textural.
Existen dos métodos principales para determinar el contenido de arcilla en el suelo: El método del densímetro y el método de la pipeta, siendo este último el más recomendado, ya que no sobreestima ni subestima el contenido de arcilla, dando resultados más precisos para el contenido de limo.
En el método de la pipeta, la muestra debe primero secarse a 40°C en un horno con recirculación de aire, para luego tamizar en un tamiz de 2 mm, rompiendo manualmente los áridos sin utilizar molinos. De esta forma se obtiene la tierra seca al aire, dejando fuera aquellas partículas que no se deshacen manualmente.
Luego, la muestra debe pre-tratarse, con el fin de eliminar agentes cementantes, como la materia orgánica, iones floculantes y sales solubles que afecten la dispersión y estabilización de la suspensión del suelo.
Posteriormente se debe pesar la muestra, volver a secar y pesar nuevamente para establecer el contenido de humedad. Ahora se puede añadir la solución de dispersión y agitar por 16 horas. Luego de esto se vuelve a tamizar y repetir la operación hasta separar los tres tipos de partículas de la muestra según tamaño.