La Incubadora ha sido desde siempre un pilar para la mayoría de los laboratorios biológicos y de ciencias de la vida, para el crecimiento y mantenimiento de los cultivos biológicos, reproducción de colonias de gérmenes o para criar insectos. La mayoría de las incubadoras básicas permiten a los investigadores recrear condiciones de temperaturas estrictas para el crecimiento óptimo, desarrollo o mantenimiento de células delicadas. La homogeneidad de la temperatura es también crítica, ya que las fluctuaciones en el ambiente pueden ser mortales.
Mientras los campos de la biotecnología y biofarmacéutica se expanden, la demanda de incubadoras de mayor precisión ha aumentado. Adicionalmente, los requerimientos regulatorios de GLP y GMP han sido refinados e intensificados. Entre otras cosas, esto ha resultado en el aumento de sofisticación del cultivo de células, así como su control y monitoreo. Nuevas mejoras a los instrumentos de los laboratorios significan también un aumento en los costos, dejando a los administradores cuestionando si todas estas adiciones son realmente necesarias para sus aplicaciones.
En términos prácticos, los ajustados presupuestos de los laboratorios han dejado a muchos establecimientos buscando opciones más asequibles que no comprometan los resultados de sus ensayos. Con respecto a una incubadora con sensores y controladores de dióxido de carbono, el tipo de muestra determinará si es necesario, ya que algunos tipos de células dependen del CO2 para su desarrollo ideal.
Generalmente, una Incubadora tiene controles customizables de temperatura interna y humedad. Otra característica común es la habilidad para controlar el CO2 hasta el 5%. Esto es importante porque: El 5% del CO2 es la simulación más cercana a las condiciones fisiológicas que experimentan las células al interior del organismo y funciona como un buffer del PH. De hecho, los niveles de PH dentro de los cultivos de células son tan importantes que la mayoría de los medios de cultivo contienen indicadores, para que los operadores pueden identificar visualmente los cambios peligrosos en el PH.
La incubadora de CO2 generalmente ofrece la habilidad de especificar los niveles de dióxido de carbono mediante un sensor y un módulo de control, el que genera un flujo de CO2 si los niveles caen. Cuando la puerta de la incubadora se abre, el CO2 rápidamente sale de la cámara debido a la diferencia de concentración con el exterior. Esta caída es detectada por el sensor y se transmite una señal para aumentar los niveles. Esta detección puede realizarse por conductividad termal o infrarrojo.
Al considerar adquirir una incubadora con control de CO2, se debe considerar que sea adecuada para las aplicaciones, las especies que se están investigando y el tipo de detector de gas.