El agua es esencial para la vida, juega un rol crítico en las funciones físicas y químicas de los humanos, además de la comida que consumimos y los materiales que nos rodean. En muchas industrias y procesos, es importante medir el contenido de agua de las sustancias para analizar su calidad.
Esto permite ajustar los procesos de manufactura y asegurar que los productos y alimentos cumplan con las normas y lineamientos vigentes. La cantidad disponible de agua puede dictaminar la vida útil y estabilidad de muchos productos, por ejemplo, la presencia de agua en los alimentos impacta enormemente su susceptibilidad a la actividad química, enzimática y microbiana.
El contenido de agua es importante también en el procesamiento y manejo de productos como:
- Cosméticos
- Farmacéuticas
- Alimentos
- Productos de cuidado personal
- Pulpa y productos de papel
- Químicos especializados
Medir la cantidad de agua contenida en ciertos materiales puede ser muy difícil debido a la complejidad de la molécula de agua y su capacidad para enlazarse intermolecularmente. En la mayoría de los casos, medir el agua es mejor definido como la medición del contenido de humedad, establecido como la masa de agua por masa de material seco. Adicionalmente, estos análisis se realizan fuera del laboratorio, a menudo en líneas de control de calidad o en un ambiente de producción de alimentos.
Una termobalanza o Balanza de Humedad, mide la humedad utilizando el método termogravimétrico. Este método analítico define la humedad como la pérdida de masa observada cuando la muestra es calentada y se basa, en teoría, en la vaporización del agua durante el proceso de secado. Esta medición no distingue la pérdida de peso de agua, de la pérdida de elementos volátiles o descomposición de la muestra.
Por este motivo, el contenido de humedad, medido con técnicas termogravimétricas, incluye a todas las sustancias que se evaporan al calentar la muestra y es medido como la pérdida de peso durante el proceso de calentamiento. Es por esto que se utiliza el término “contenido de humedad” en vez de “contenido de agua” al usar un equipo termogravimétrico.