Cómo almacenar vacunas de manera segura

El mal manejo de las vacunas puede resultar en su pérdida de potencia y efectividad dando a los pacientes una falsa sensación de que están vacunados contra un virus en particular. La administración de vacunas ineficaces podría ser potencialmente dañina y fatal, especialmente para las personas con mayor riesgo. Como saben muchos profesionales médicos, las vacunas son muy caras y extremadamente frágiles. El almacenamiento a temperatura inadecuada puede afectar negativamente a la potencia, lo que podría causar daños a la salud del paciente y también pérdidas monetarias.

Existen pautas para los profesionales de la salud que, si se siguen correctamente, garantizarán que se almacenen correctamente las vacunas. Estas pautas describen las mejores prácticas, así como el equipo necesario para lograr el mejor entorno de almacenamiento.

Para comenzar, se debe contar con equipos de almacenamiento en frío y dispositivos de monitoreo de temperatura que estén dentro de los parámetros proporcionados para un almacenamiento adecuado. Las unidades de refrigeración que se utilizarán pueden marcar una diferencia significativa en si las vacunas están suficientemente protegidas o no.

Refrigeradores y Congeladores

Recomendado: 

– Vacunas que contienen varicela (congeladas): Deben almacenarse en congeladores independientes de grado farmacéutico con una pantalla de temperatura digital incorporada, alarmas y puerta con cerradura.

– Vacunas inactivadas (refrigeradas): Deben almacenarse en refrigeradores independientes de grado farmacéutico con una pantalla de temperatura digital incorporada, alarmas y puerta con cerradura.

No recomendado:

– Las unidades de refrigeración domésticas y comerciales y/o combinadas no se recomiendan debido a su falta de uniformidad de temperatura y puntos fríos aleatorios dentro de las unidades.

– Los refrigeradores/congeladores tipo dormitorio o bar no están permitidos para el almacenamiento de vacunas bajo ninguna circunstancia.