¿Cómo configurar su centrífuga de laboratorio?
La centrifugación es un proceso mecánico por el cual se pueden separar sólidos de líquidos de diferente densidad mediante una fuerza centrífuga (fuerza rotativa) la cual imprime a la mezcla una fuerza mayor que la de la gravedad, provocando la sedimentación de los sólidos o de las partículas de mayor densidad.
Tipos de centrifugación
- Centrifugación de escala preparativa (más usada): Se utiliza para aislar partículas para su aprovechamiento posterior ,según la velocidad de sedimentación (centrifugación diferencial), la masa (centrifugación zonal) o la densidad (centrifugación isopícnica).
- Centrifugación de escala analítica: Permite determinar propiedades físicas como la velocidad de sedimentación o el peso molecular.
Tipos de Rotor
- Rotores de ángulo fijo: sostienen los tubos en un ángulo con respecto al eje de rotación. El ángulo varía según los diferentes rotores, pero lo más común es entre 25° a 40
- La sedimentación es más rápida
- Las partículas se recolectarán parcialmente a lo largo del lateral del tubo, lo que dificulta la recolección.
- Rotores basculantes: Los tubos se colocan en un dispositivos (cestilla) que, al girar el rotor, se coloca en disposición perpendicular al eje de giro. Así pues los tubos siempre giran situados perpendicularmente al eje de giro.
Preguntas para configurar una centrífuga de laboratorio
- Aplicación
- Velocidad de trabajo (en RPM o RFC): variable o fija
- Tipo de rotor: fijo o basculante
- Tipo de tubo
- Cantidad de tubos
- Volumen de trabajo
- Temperatura de trabajo: requiere o no requiere refrigeración
- Espacio físico
Tipos de Centrífugas
- Microcentrífugas: máximo 17.000 RPM
- Centrífugas clínicas de baja velocidad: máximo 4.000 RPM
- Centrífugas multipropósito de alta velocidad: máximo 16.000 RPM
- Centrífugas de alta capacidad y alta velocidad: máximo 22.000 RPM