El uso del refractómetro se remonta a los inicios del s.XX con el histórico Refractómetro de Abbe, el cual se utilizaba para medir el índice de refracción de un líquido depositándolo sobre una superficie de vidrio.

Pero este tipo de refractómetro tenía una serie de limitantes, entre ellas, el control de la temperatura de la muestra, lo cual tenía que realizarse mediante baños de agua fría, de manera de no afectar el resultado del análisis de la muestra. 

La introducción al mercado del refractómetro digital cambió para siempre la manera en que se realizaba el proceso de medición del índice de refracción, ampliando también su uso a todo tipo de industrias como la vitivinícola, alimentaria, la fabricación de insumos de limpieza, los perfumes e incluso el combustible. Adicionalmente, el control de la temperatura ahora lo realiza el refractómetro de manera digital, asegurando la precisión de los resultados.

Utilizando un refractómetro digital, ya sea de mano o sobremesa, se puede medir el nivel de azúcar y potencial contenido de alcohol en las frutas en maduración, controlar la calidad y emulsión de productos químicos, además de controlar y analizar los contenidos de jugos, lácteos, salsas y azúcar refinada en la industria alimentaria.

El uso de un refractómetro digital también facilita la tarea de anotar los resultados de manera manual, ya que con ellos, los resultados se arrojan a una pantalla y quedan automáticamente guardados en el computador del laboratorio para su posterior análisis.

La fácil, precisa y rápida medición de los niveles de glucosa, maltosa y lactosa que entrega el refractómetro digital, ha logrado generar un proceso productivo mucho más eficiente en tiempo y costos para las industrias mencionadas anteriormente y muchas otras, además de asegurar la entrega de un producto de calidad y seguro para el consumidor final.