El aire que respiramos y que nos rodea es rico en múltiples componentes, pero sobretodo en oxígeno y Co2. Estos elementos pueden ser poderosos reactivos para ciertos productos o muestras que se deseen trabajar en el laboratorio. Es por esto que, con el fin de evitar reacciones violentas que pongan en peligro la integridad de la muestra o incluso del personal del laboratorio, es que ciertos elementos deben procesarse al interior de una cámara de atmósfera inerte.
Para que la atmósfera dentro de la cámara se mantenga inerte, se deben seguir una serie de sencillas, pero importantísimas indicaciones. El material con el que se trabajará debe estar completamente seco, los disolventes deben ser anhidros y en el interior del montaje se debe sustituir el aire por un gas inerte, con un flujo constante de éste durante el trabajo en la cámara.
Los disolventes a utilizar en la cámara de atmósfera inerte deben estar totalmente exentos de humedad y para ello deben recibir un tratamiento especial para eliminar completamente el agua, ya que la eliminación de los precintos y la exposición a la atmósfera, aunque sea mínima, puede invalidar su uso para algunas reacciones especialmente sensibles.
Los disolventes más comunes utilizados y su proceso de secado son:
THF (tetrahidrofurano): Luego de un tratamiento previo con tamices moleculares, el THF se calienta bajo atmósfera inerte hasta que cambia su color a un azul intenso, lo que indica que está completamente seco.
Éter dietílico: En un proceso similar al del THF y siempre bajo atmósfera inerte, se utiliza luego un colorímetro para determinar si el éter dietílico está libre de agua y se recoge utilizando un matraz y un sistema de llaves.
CH2Cl2: Tratado previamente con hidruro de calcio, este solvente luego se destila sobre el mismo compuesto. Para el CH2Cl2 no existe un indicador de colorímetro que establezca si está completamente seco.
MeOH: Este solvente debe secarse durante varias horas sobre un tamiz molecular para ser destilado posteriormente. Adicional a este método, el MeOH se puede secar también con metóxido de magnesio.