Es común ver en las farmacias carteles que instan a solicitar un medicamento bioequivalente o “genérico”, los cuales, por regla, deberían ser exactamente igual al de marca, sólo que sin ella. Pero ¿Son realmente igual de efectivos que un medicamento de marca?
El fármaco genérico se denomina como tal, una vez que el laboratorio que lo ha desarrollado, pierde la patente para su comercialización, lo que hace de ese medicamento, uno de uso público, por lo que otros laboratorios pueden fabricarlo y venderlo, bajo el nombre de su principio activo (Paracetamol, Omeprazol, etc) e indicando en su envase que éste es un fármaco bioequivalente.
A pesar de esto, el medicamento genérico, debe ser fabricado en la misma dosis y misma forma farmacéutica (cápsulas, comprimidos, jarabe, etc.) que el fármaco de marca. Por lo que, por definición, el bioequivalente no debería ser diferente de otro medicamento.
El proceso por el que pasa un remedio genérico, para denominarse como tal, corresponde a una serie de controles que aseguran que estos medicamentos cumplen con los requisitos necesarios para su comercialización, superando estudios de bioequivalencia, en donde se garantiza que este fármaco es igual al original en seguridad y eficacia. Todo esto supervisado por las autoridades sanitarias de cada país.
Muchas veces, lo que puede causar más sospecha sobre un medicamento genérico y su efectividad, es el valor exponencialmente más bajo en comparación con el original. Esto no se debe a una baja en su calidad, sino a que, cuando el laboratorio desarrolló el medicamento, incurrió en gastos, financiando estudios e investigaciones sobre él, además del marketing y costos de patente que conlleva el fármaco. El pago de todo esto le asegura al laboratorio la patente del medicamento por una cierta cantidad de años, para que así puedan recuperar lo invertido.
Una vez transcurrido este tiempo, la patente se libera y el medicamento pasa a ser bioequivalente y lo pueden fabricar otros laboratorios, lo que abarata el costo, ya que no se deben realizar los gastos anteriormente mencionados.
Finalmente, el medicamento genérico es igual de seguro que el de marca y su comercialización es una ayuda para la obtención de fármacos de una manera más asequible y su eficacia es exactamente la misma.