Una bomba de vacío que realiza el trabajo de sistema de escape, es un equipo esencial para la seguridad de los trabajadores del laboratorio, ya que su tarea principal de “lavado de gases”, asegura la neutralización de cualquier gas ácido presente en el ambiente del laboratorio.
En industrias con procesos de fabricación masiva, así como también en los laboratorios, es común que se produzcan gases tóxicos, como resultado de los procesos que ahí se realizan. Esto puede afectar seriamente la salud de los equipos de trabajo de estas empresas. Es así como una bomba de vacío puede generar un ambiente limpio y seguro para los trabajadores.
Estos sistemas de escape, se componen de una bomba de vacío de acero inoxidable, la cual neutraliza componentes dañinos en el aire o gases de alta solubilidad, además de neutralizar corrientes de humos industriales que puedan producirse. Esto lo realiza más comúnmente utilizando un sistema de filtración triangular, que se compone de agua, carbón activo y neutralización alcalina.
De esta forma, este sistema de filtrado tiene altos niveles de absorción y efectividad, siendo muy útiles para situaciones como la neblina ácida, gases generados por el proceso Kjeldahl, además de remover contaminantes como el sulfuro de hidrógeno, óxido de azufre y dióxido de carbono, entre otros. Otros equipos también utilizan la combustión como procedimiento de limpieza del ambiente, pudiendo neutralizar los gases producidos en el proceso, pero para ello, se requieren condiciones específicas, como altas temperaturas y la presencia de oxígeno.
La alta tecnología de la bomba de vacío le permite trabajar con sustancias inflamables, corrosivas y altamente viscosas, por lo que están muy recomendadas para industrias de producción de elementos químicos y similares. Son capaces de generar altos niveles presión para lograr producir aire limpio y toleran, además, altas temperaturas.
Algunos equipos de este tipo, también trabajan con un sistema de columna de relleno, en donde se vierte el líquido sobre un material de relleno, que puede ser plástico, metal o cerámica, creando así una superficie gruesa de líquido y gas. Posteriormente, el gas se disolverá en el líquido, eliminando las partículas nocivas.