La centrifugación es una de las técnicas de laboratorio más utilizadas para la separación de material en los campos de la bioquímica, biología molecular, medicina y ciencias de los alimentos. Este proceso funciona en base a la gravedad y masa: Las partículas en una solución heterogénea se separan según su tamaño y densidad. Las partículas más pequeñas migrarán hacia abajo, pero no siempre, algunas partículas nunca se establecerán, sino que se mantendrán suspendidas en la solución. La centrífuga fuerza este proceso para que se realice de manera más rápida y eficiente. Sus usos se han establecido de tal forma que es un equipo que está presente en cada laboratorio desde el siglo 19.
La centrífuga está compuesta por un rotor, el cual se utiliza para alojar los tubos en los que ocurre la separación. Hay dos tipos principales de rotor: De ángulo fijo y basculante.
Los de ángulo fijo sostienen los tubos en un ángulo que comúnmente es de 45° relativo al eje de rotación. El basculante en cambio, se mece cuando la fuerza centrípeta es aplicada y sostiene las células en un ángulo aproximado de 90° relativo al eje de rotación. Ya que el material más denso se separa hacia el ángulo de la fuerza centrípeta, en el caso del rotor basculante, el material granulado se formará en el fondo del tubo cónico de la centrífuga, mientras que en el rotor de ángulo fijo, la sedimentación se formará en el costado. Esto puede ser problemático si los sólidos quedan atrapados en el ángulo del tubo.
En términos prácticos, el rotor basculante ofrece una locación mejor para la sedimentación, lo que lo hace una mejor opción al momento de centrifugar, pero aún así, el rotor de ángulo fijo ofrece características valiosas, como un espaciado de los tubos simple y eficiente, pueden alojar una mayor cantidad de tubos, en comparación con el rotor basculante, lo que lo hace una opción más práctica para aplicaciones de alto rendimiento. Adicionalmente, el rotor de ángulo fijo, al estar hecho de una aleación de metal rígida, puede soportar una fuerza gravitacional mucho más alta, lo que es necesario al separar macromoléculas biológicas como el ARN, ADN y proteínas.
Finalmente, el diseño de rotor que se utilice, dependerá de la aplicación que se le quiera dar a la centrífuga, que siempre será una herramienta poderosa para la separación de micro y macro moléculas en soluciones.