Para asegurar que los estándares de calidad se cumplan en la industria de los lácteos, el PH debe ser medido periódicamente. Esta tarea se hace más sencilla gracias a los medidores de PH electrónicos.
Ya sea que se esté analizando leche, quesos, yoghurt e incluso pizza, se requiere conocer los parámetros adecuados para medir el PH de manera correcta. Los productos lácteos son una de las muestras más difíciles de medir, debido a su composición rica en proteínas.
Leche: El PH de la leche es de 6.8 aproximadamente y se analiza en búsqueda de impurezas o signos de infección al momento de la recolección, así como también en la entrega al vendedor. En procesos como la esterilización, el PH es chequeado también, ya que un valor más bajo ayuda a acelerar el proceso.
Queso: El monitoreo del PH durante el procesamiento del queso, mejora la productividad y el sabor del producto final. Típicamente, el valor del PH del queso va entre los 5.1 y 5.9. Sin embargo, puede variar entre los distintos tipos de queso o entre distintas tandas de producción de la misma variedad.
Yoghurt: La calidad de este producto lácteo depende del control de la producción del ácido láctico que se forma por la fermentación. La lactosa se convierte en este ácido, disminuyendo el valor del PH a un rango entre 4.25 y 4.6. La acción bacteriana se detiene por el enfriamiento rápido en el punto de ácido láctico correcto.
Al momento de escoger un medidor de PH para lácteos, es necesario hacerse las siguientes preguntas:
1- ¿Necesito un medidor robusto y a prueba de agua?
Entonces el equipo adecuado es un medidor de PH portable. Estos son ideales para trabajos en la industria procesadora de leche, laboratorios de control de calidad y fábricas de queso.
2- ¿Necesito una solución económica para los chequeos?
En este caso, se recomienda un medidor de sobremesa, que también sea fácil de transportar. Este tipo de medidor es perfecto para usos en almacenamiento, gastronomía y laboratorios de investigación y diseño.