Desde el inicio de la pandemia del Coronavirus, Rusia ha buscado imponerse como una potencia capaz de manejar esta crisis de mejor manera. Primeramente señalando que sus contagios serían mínimos, luego lanzando al mercado el antiviral Avifavir y ahora, asegurando estar en poder de la primera vacuna que protege a la ciudadanía del Covid-19.
Según los datos de la BBC, actualmente existen 140 vacunas en ensayos clínicos en todo el mundo, 10 en Fase I, 9 en Fase II y 4 en Fase III, la que implica ensayos más amplios y evaluación de eficacia. Es por esto que llama tanto la atención la rapidez con la que Rusia logró avanzar con esta vacuna hasta llegar a anunciarla para su uso masivo.
A pesar de sus múltiples anuncios de éxitos, hasta ahora, desde Rusia no se ha hecho público ningún estudio o dato sobre los estudios clínicos que han realizado, lo que ha logrado poner aún más en duda su veracidad.
Desde la Organización Mundial de la Salud advirtieron que todas las vacunas que están actualmente en desarrollo aún no logran comprobar su efectividad y que es muy probable que eso no suceda en un futuro cercano y que incluso, puede que no suceda del todo.
Pero desde Rusia parecen inamovibles y aseguran que ya hay tres laboratorios biomédicos en condiciones de comenzar a fabricar esta vacuna de manera masiva desde septiembre y que ya a principios del 2021 deberían haber millones de unidades de esta vacuna disponibles.
Hasta ahora, de esta vacuna, sólo se sabe que fue desarrollada por científicos del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología (Gamaleya), junto al Ministerio de Defensa ruso. A fines de junio se informaba que las pruebas realizadas en voluntarios habían sido exitosas en todos los sujetos de la prueba, sin excepción.
Sin embargo y a pesar de la certeza del viceministro de Defensa, Ruslan Tsalikov, en informar estos resultados, no se dio ningún detalle de cuántas personas se sometieron a la prueba, cómo se llevó a cabo o el tipo de inmunidad que esta vacuna produce. Este anuncio llegó incluso cuando la vacuna aún no terminaba la Fase III de su estudio, la cual es clave para determinar su efectividad de manera masiva.
Los cuestionamientos que recaen sobre esta vacuna han llegado tanto desde fuera como desde dentro de Rusia y su comunidad científica ha cuestionado la forma en que Vladimir Putin ha obligado a acortar los tiempos necesarios en cada fase del estudio. Por el momento, lo más importante siempre será mantener las medidas de autocuidado frente a este virus que pareciera no dar tregua en un futuro cercano.