En palabras simples, el picnómetro es un instrumento mediante el cual podemos determinar la densidad del líquido que pongamos en él. Este método es uno muy preciso, ya que sus resultados son verificados por una balanza de precisión en miligramos.
Su diseño permite que las burbujas de aire asciendan y se concentren en la parte superior, para luego ser expulsadas. Está parte del proceso es vital para obtener resultados fidedignos, ya que la presencia de burbujas puede modificar el peso y por tanto, la densidad del líquido a medir.
Este proceso se puede realizar en todo tipo de densidades, ya sean muestras viscosas, sólidas o semisólidas.
A pesar de que este es un instrumento de medición bastante preciso, es necesaria una calibración cada cierto tiempo, para que esta precisión se mantenga. Para ello, se deben limpiar y secar todas las partes del picnómetro con un líquido adecuado y luego enjuagar con agua destilada y acetona. Para el secado, se debe realizar en una corriente de aire o al vacío. No deben quedar fibras o filamentos en ninguna de sus partes.
Para la medición de sólidos, se debe llenar el picnómetro de agua y pesar (M1). Luego vaciar la mitad del líquido y volver a pesar (M2). El paso siguiente es añadir el sólido que se desea medir y pesar nuevamente (M3). A continuación, se eliminan las burbujas de aire por completo. Finalmente, se debe volver a llenar el picnómetro de agua, teniendo cuidado de no formar burbujas (M4).
La fórmula para la medición de la masa del sólido será M3-M2 y el coeficiente de su densidad se calculará con (M3-M2)-(M4-M1)/ρ Esta densidad dependerá siempre de la temperatura del picnómetro y del laboratorio.