La concentración al vacío tiene directa relación con el hecho de que los consumidores buscan cada vez más, adquirir productos que contengan una mayor cantidad de ingredientes y aditivos de origen natural u orgánico. En sectores del retail como la cosmética, la medicina natural, la nutracéutica y los insecticidas, esta tendencia ha tomado cada vez más fuerza.
Pero para que un producto tenga entre sus ingredientes un aditivo natural, éste debe pasar por un proceso en donde se obtiene un concentrado del extracto del aditivo natural que se desea usar. Estos extractos generalmente son de origen botánico, como plantas, flores, frutas, hongos, raíces, etc.
Para ésto, se debe realizar un proceso de separación y concentración de sustancias en mezclas de líquido y sólido, que permita obtener el concentrado del aditivo que posteriormente se incorporará al proceso de producción del producto deseado. La forma más efectiva de lograr la concentración al vacío es mediante el uso de evaporadores.
Durante este proceso, se puede realizar, en una sólo etapa, la separación y concentración del elemento. Por un lado, se evapora el solvente y por el otro se concentra el principio activo hasta el punto de sequedad.
El evaporador al vacío puede realizar estos procesos a temperaturas entre los 25°C y los 30°C, lo que permite que la muestra no se altere ni se desnaturalicen sus principios activos. Estos equipos son de alta eficiencia, tanto en costos como medioambientales, ya que, el solvente utilizado en el proceso, puede ser reutilizado, además de no emitir gases al medio ambiente y tener un bajo consumo eléctrico.
Sumado a todas sus ventajas, este es un equipo con funcionamiento autónomo por hasta 24 horas y casi no precisan de mantenimiento, teniendo una vida útil de unos 20 años, la cual puede ser mayor si se utiliza de manera correcta.