Aplicaciones del Lector de Microplacas en el laboratorio

Un lector de microplacas o fotómetro, es un equipamiento de laboratorio que detecta anomalías biológicas, químicas o físicas de una muestra, como la presencia de anticuerpos o antígenos específicos. 

El lector de microplaca consiste en varios pocillos en los que se deposita la muestra a analizar y su uso más común en el laboratorio es el test de ELISA, el cual detecta la presencia de antígenos en la sangre. Este examen es utilizado para la detección de enfermedades como la fiebre amarilla, VIH, dengue, entre otras, en el campo de la inmunología y serología.

Este equipo realiza funciones más básicas que un espectrofotómetro convencional, ya que sus filtros o rejillas de difracción, limitan el rango de longitud de onda entre 400 a 750 nanómetros. A pesar de esto, algunos lectores de microplacas tienen rango ultravioleta y pueden realizar análisis entre 340 y 700 nanómetros. Su sistema óptico utiliza fibras que suministran luz a los pozos de la microplaca que contienen las muestras.

La luz emitida por el lector de microplaca pasa por la muestra y su sistema de detección amplifica la luz desde la muestra y determina su absorbancia. Posteriormente, esto es convertido en datos que permiten el análisis de los resultados.

Las muestras son depositadas en placas especializadas en donde el análisis es llevado a cabo. Estos equipos pueden tener 96 o más pozos con muestras. Mientras mayor cantidad de pozos tenga el equipo, se reducen los reactivos y muestras utilizados lo que lleva a un mejor rendimiento del laboratorio.

Los sensores ópticos del Lector de Microplacas pueden estar ubicados sobre las placas de muestra o directamente debajo de ellas. Sus controles están regulados por microprocesadores y programas de control de calidad, lo que permite que todo el proceso pueda estar programado y automatizado.