La ósmosis inversa es un proceso de purificación de agua que ha sido utilizado tanto a nivel doméstico y en los laboratorios como un método válido para eliminar la dureza y elementos contaminantes del agua potable.
Un filtro que funciona con ósmosis inversa trabaja como una especie de tamiz, en el cual el agua va pasando por distintos filtros de diámetros cada vez más pequeños, hasta llegar al mínimo en donde sólo el agua logra pasar.
Pero este proceso tiene un nivel de complejidad y es el llamado fenómeno de difusión, mediante el cual las partículas materiales se introducen en un medio en el que inicialmente estaba ausente, aumentando la entropía (desorden molecular) del sistema formado por las partículas difundidas o soluto y el medio donde se difunden o disuelven.
Este proceso de difusión está sujeto a la Ley de Fick, en el cual una membrana permeable permite el paso de partículas y disolventes, pero siempre a favor de un gradiente de concentración. En este caso, las moléculas de agua escaparan de la membrana en el lado que tenga más concentración. Esto se consigue aplicando presión para poder vencer la propia presión osmótica.
La ósmosis inversa funciona en etapas de la siguiente forma:
1- Sedimentos de gran tamaño
En esta primera etapa, los residuos de mayor tamaño que contiene el agua, son receptados por un filtro de sedimentos sencillo, que atrapa los fragmentos, arenilla o cal que superen las 5 micras de tamaño.
2- Carbón y resina de intercambio catiónico
A continuación, se combina carbón activo y una resina de intercambio catiónico, la cual reducirá la dureza del agua. La porosidad del carbón logra eliminar el cloro y otros componentes que causan malos olores en el agua.
4- Ósmosis Inversa
Luego de los dos primeros pasos, es cuando el agua realmente pasa por la membrana de ósmosis, en donde se eliminan los sedimentos finales que queden. Debido a la lentitud de este proceso, generalmente se posiciona un depósito intermedio que acumula agua filtrada, para evitar mayores esperas.
5- Segundo filtro de carbón activo
En esta etapa, se ubica un segundo filtro de carbón activo, de menor tamaño, en el depósito intermedio, el cual elimina partículas de arrastre que puedan haber quedado en el agua, además de quitar sabores u olores residuales generados por las etapas previas.