Quizás uno de los alimentos más consumidos en el mundo es la leche, ya sea líquida o en algunas de sus decenas de subproductos. Los lácteos aportan hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales fundamentales para el organismo humano.
Pero para que la leche que se consume diariamente en los hogares se vea y sea segura para el consumo, ésta debe pasar por una serie de procesos y uno de ellos es la homogeneización, proceso mediante el cual se evita que esta separe y la grasa quede suspendida en la parte superior. Esto sucede de manera natural, ya que los glóbulos de grasa son más grandes y más densos que los otros nutrientes de la leche, lo que los hace ascender y formar una capa en la parte superior. Este tratamiento es uno independiente al conocido proceso de pasteurización y UHT al que se somete la leche.
Durante la homogeneización de la leche, se reduce el tamaño de los glóbulos de grasa, para que así la leche sea más estable, proceso que se conoce como “estabilización de la emulsión”. Esto evita que la grasa se oxide o descomponga tan fácilmente, además de evitar que se separe y facilitar su digestión.
La homogeneización se realiza haciendo pasar la leche a presión por una serie de boquillas, durante un tratamiento mecánico que no modifica sus propiedades. Gracias a este procedimiento, si se deja la leche en reposo, esta no se separa y al calentarla, sólo se forma una muy fina capa de grasa en la parte superior.
El cambio más visible que sufre la leche durante la homogeneización es que se torna más blanca, ya que el tamaño de los glóbulos de grasa afectan directamente a esta característica. Mientras más pequeños sean, se va perdiendo la coloración amarilla para pasar al blanco tan característico que conocemos. Esto sucede debido al efecto de dispersión de la luz.
El proceso de la homogeneización no sólo se aplica a la leche de consumo directo, sino que también a la que será utilizada para la producción de queso, yoghurt y helado. Esto debido a que la homogeneización no sólo estabiliza la leche, sino que también mejora su conservación, no modifica sus propiedades y evita que ésta se separe durante el proceso de elaboración de los subproductos.