En septiembre de este año, la revista oncológica The Lancet publicó un artículo en el que se detalla una nueva forma de tratamiento de cáncer del pulmón, el que podría duplicar la supervivencia para pacientes afectados por este tipo de cáncer.
La investigación fue llevada a cabo por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y se basa principalmente en el uso de quimioterapia neoadyuvante complementada con inmunoterapia, lo que podría hacer tratables tumores que normalmente se califican como mortales en cáncer de pulmón de célula no microcítica.
El carcinoma de células no microcíticas significa el 85% de los casos de cáncer pulmonar en el mundo y conlleva tumores que son de crecimiento más lento, por lo que generalmente tienen una tasa de mortalidad menor. Dentro del cáncer no microcítico están los Carcinoma escamoso o epidermoide, el Carcinoma indiferenciado de células grandes, el adenoescamoso y el sarcomatoide, siendo estos últimos menos frecuentes.
La investigación del Grupo Español de Cáncer de Pulmón se enfocó en cánceres de pulmón de células no microcítica operables en fase IIIA, que corresponden al 20% de todos los diagnósticos de cáncer en ese país. Estos son cánceres de tumores sin metástasis que se encuentran en estados intermedios, donde el tumor ya ha crecido y se ha diseminado a los ganglios, pero sin metástasis y operables.
El tratamiento común para este tipo de tumores consiste en la remoción del tumor y posterior tratamiento con quimioterapia adyuvante basada en el platino. Esta nueva investigación, en cambio, se concentró en tratar a 46 pacientes con quimioterapia e inmunoterapia antes de remover el tumor, llamado también neoadyuvancia.
Para la quimioterapia se utilizó paclitaxel y carboplatino y para la inmunoterapia se empleó nivolumab, un anticuerpo monoclonal humano, en tres ciclos antes de operar el tumor. Luego de la resección, se continuó con inmunoterapia adyuvante por un año.
Luego de 24 meses de seguimiento, los resultados mostraron que el 89% de los pacientes del estudio sobrevivió a los dos años y el 77% no presentó progresión del cáncer. Estos resultados corresponden al doble de supervivencia versus el tratamiento tradicional.
Adicionalmente, al administrar la inmunoterapia antes de remover el tumor, se entrega una protección al paciente, ya que la presencia del tumor al inicio del tratamiento permite una respuesta antitumoral adaptativa más fuerte, así como el desarrollo temprano de la memoria inmune. Lo que protege al paciente a largo plazo.