Un equipo que nunca puede faltar en cualquier laboratorio es la balanza y para poder elegir la correcta según los objetivos de cada laboratorio, es importante distinguir la diferencia principal con una pesa convencional y y este equipo especializado de laboratorio.
Una pesa convencional, como las utilizadas en el hogar, miden el peso del producto, el cual es variable ya que depende netamente de la altitud y la latitud geográfica en la que se encuentre. Las balanzas de laboratorio en cambio, miden la masa de una muestra, la cual es invariable, ya que corresponde a la cantidad de materia del producto que se está pesando.
Es así como las balanzas de laboratorio pueden agruparse en dos grandes familias: Según su sensibilidad y según su construcción
Sensibilidad: Dentro de este grupo se encuentran las siguientes balanzas:
Balanza de precisión: Estas balanzas y como su nombre lo indica, tienen una sensibilidad baja, que va entre los 0.1 y 0.001 gramos.
Balanza analítica: Indicada para laboratorios que necesiten una precisión máxima en sus ensayos, este equipo tiene una sensibilidad inferior a los 0.0001 gramos.
Construcción: Estas balanzas pueden ser electrónicas y mecánicas. Éstas últimas pueden tener las siguientes subcategorías:
Balanza Granataria: Estas balanzas de precisión tiene una sensibilidad de 0.01 gramos. Aún así, dentro de esta misma categoría, se pueden encontrar equipos de distintas sensibilidades, la que va a depender de la capacidad de peso que posea. Siendo la sensibilidad mayor, mientras más peso sean capaces de medir.
Balanza mecánica analítica: Este equipo funciona con un único plato con contrapeso en su extremo opuesto. Tiene una alta precisión, con una sensibilidad de 0.0001 gramos.
Balanza electrónica: Estas balanzas han ido gradualmente reemplazando a las balanzas mecánicas y tienen una serie de ventajas como rapidez, precisión y menor tamaño.