Para realizar mediciones de viscosidad con una exactitud alta, el ítem más importante a controlar es la temperatura, ya que variaciones de hasta 0,1°C pueden ocasionar cambios en la viscosidad de aceites minerales de un 0,6% y de un 0,3% en el agua. Es por esto que estas mediciones deben realizarse siempre en un baño de viscosidad con temperatura regulada.
Para realizar la caracterización, se requieren dos termómetros de resistencia de platino (RTD), calibrados según los parámetros preestablecidos. Las resistencias del baño deben conectarse en una configuración de cuatro cables a un puente de precisión termométrica de corriente alterna. El valor indicado por el puente corresponde a la relación de una resistencia del RTD con una resistencia patrón.
La estabilidad de la temperatura al interior del baño de viscosidad debe ser de ± 5 mK y la diferencia entre dos puntos al azar dentro del mismo baño deben ser de 5 mK. Esto, con el fin de cumplir con los estándares impuestos por el Patrón Nacional de Viscosidad, el cual ha sido acordado internacionalmente.
El fin principal de la caracterización del baño de viscosidad, es la de evaluar la estabilidad y posibles variaciones espaciales de la temperatura al interior del baño, con el fin de cumplir con el valor preestablecido de viscosidad a 20°C.
Un baño de viscosidad estándar tiene una capacidad promedio de 70 litros y paredes transparentes para observar el contenido desde el exterior. Este tanque está separado de los controladores de temperatura por una placa de acero inoxidable, para que así, el líquido enfriador circule únicamente por el área de la cámara de medición.
Para que la estabilidad de temperatura del baño sea mayor, estos poseen también un calentador con un sistema de control electrónico. El control mismo de la temperatura se realiza utilizando una resistencia eléctrica de unos 1.500 watts.