Dentro de la familia de las pipetas y diluidores de laboratorio, se encuentra el dispensador automático, los cuales se utilizan en estudios de química, microbiología, bacteriología, inmunología y farmacología para el manejo correcto y seguro de solutos, diluyentes, reactivos y muestras.
Los dispensadores automáticos son controlados mediante computadores y están recomendados en ocasiones en las que el laboratorio tiene una gran demanda de procedimientos y se requiere mayor automatización.
Algunas de las tareas que realiza el dispensador automático, las cuales este equipo se puede programar y automatizar, son:
- Manejo de líquidos y soluciones que no requieren de gran exactitud en sus cantidades
- Realizar dispensaciones repetitivas con un volumen final constante, con el fin de porcionar soluciones almacenadas en cantidades mayores.
- Mezclar una solución al aspirar y dispensar de manera constante.
- Establecer la concentración de una solución al medir los volúmenes dispensados mediante el número de dispensaciones consecutivas.
- Mediante mezclas controladas, pueden reducir la concentración de una solución, agregando reactivos.
- Pueden realizar también la función de pipeta.
- Utilizando un accesorio para mover placas Petri, los dispensadores automáticos pueden distribuir los medios de cultivo y almacenarlos luego de dispensados.
El dispensador automático es rápido y sencillo de utilizar, tiene una alta resistencia a los ácidos y también a los cambios de temperatura bruscos. Evita que los líquidos se cristalicen y su margen de error en la medición es sólo del 0,5%.