Purificador de agua: Cómo elegir el adecuado para el laboratorio

El agua de la llave contiene una variedad de impurezas como sales, bacterias, microorganismos y nucleasas. A pesar de que la cantidad en la que están presentes estas impurezas en el agua es segura para el consumo humano, esto no es un escenario ideal para las variadas aplicaciones en un laboratorio. Es aquí donde se hace necesario un Purificador de agua.

Algunas consecuencias de las impurezas en el agua de la llave pueden ser filtros tapados, depósitos minerales en los equipos del laboratorio o incluso incidencias morfológicas en el cultivo de células y tejidos.

Un Purificador de agua es un componente crítico en la mayoría de los laboratorios, con el fin de evitar las consecuencias anteriormente nombradas. Es importante elegir el adecuado para las aplicaciones que se le dará al agua. Es por esto que es necesario tener las siguientes consideraciones al momento de adquirir uno de estos equipos:

1- Tipo de agua: ¿Ultrapura, Pura u Ósmosis Inversa? Es fácil pensar que el nivel más alto de pureza es siempre el mejor, pero el agua ultrapura no es siempre la ideal para cada ensayo de laboratorio. Es así como es mejor identificar las aplicaciones que se le darán al agua, antes de escoger un tipo de agua.

2- Presupuesto: En el tema de los costos, se debe tener en cuenta, no sólo el costo del equipo, sino también el costo anual que el Purificador de agua significa para el laboratorio. Para tener cada escenario claro, es vital informarse de cada aspecto de la mantención, repuestos y garantía del equipo al momento de comprar.

3- Flujo de Trabajo: En el mercado existen una serie de fabricantes que ofrecerán una variedad de equipos, los cuales todos cumplen una misma función, por ejemplo, purificar agua Tipo 1 (Ultrapura). Es por esto que se debe considerar, adicional a los puntos anteriores, el espacio que se posee en el laboratorio para el equipo, el entrenamiento que necesitarán quienes lo operarán, además de la cantidad de agua que cada equipo produce y cuánto tiempo se toma para ello. De esta manera, se puede elegir el equipo que se adapte al flujo de trabajo del laboratorio y no al revés.