La Cromatografía Líquida de alto rendimiento (HPLC) es una técnica utilizada para separar, identificar y cuantificar cada componente de una mezcla. Utilizando una bomba, un solvente es presurizado a través de una columna para poder separar y detectar los componentes. Se utiliza agua como solvente para preparar los estándares de la fase móvil de la HPLC.
Para este proceso, el sistema de purificación de agua que se utilice debe cumplir con los requerimientos de sus equipos de Cromatografía Líquida de alto rendimiento con Espectrometría de Masas (MS). Este equipo es muy utilizado, por ejemplo, en laboratorios que investigan los pesticidas en los suelos, para así usar los microbios de este suelo para la agricultura sustentable.
Con la Cromatografía Líquida de alto rendimiento la pureza del agua es crítica. El personal del laboratorio debe tener acceso a agua Tipo 1 (Ultrapura), que permita un análisis preciso de las muestras y que asegure que no ocurra contaminación. Si no se hace uso de este tipo de agua, los resultados de la investigación pueden presentar bastante ruido, además de peaks fantasma, lo que ocurre cuando hay impurezas en la fase móvil mientras las muestras se mueven por las columnas, resultando en información imprecisa o inconsistente. Las impurezas más comunes que hacen este efecto son las bacterias y los componentes orgánicos.
Adicional al agua Ultrapura, también se necesita una fuente de agua Tipo 2 (Pura), para poder lavar los implementos de cristal utilizados en el proceso, así como también para la calibración del Cromatógrafo.
Es así como un equipo adecuado de purificación de agua, permite realizar ensayos de Cromatografía Líquida de alto rendimiento con Espectrometría de Masas de manera más eficiente y efectiva. Utilizando este complemento de sistemas o incluso Cromatografía de gases con Espectrometría de Masas, los investigadores pueden identificar toxinas residuales en los suelos y en muestras de los cultivos, para así promover la agricultura natural y sustentable.