Cuando en el laboratorio se necesita analizar y separar un material seco que es demasiado difícil de manipular, no entrega resultados reproducibles en el tamiz en seco o si éste simplemente no está separando las fracciones individuales de manera aceptable para el ensayo, entonces se recurre al tamizado húmedo.
Realizar un tamizado húmedo es útil también para evaluar la distribución de tamaño de una partícula o la gradación del material granulado. Este proceso también sirve como método de preparación de la muestra, eliminando cualquier elemento que pueda interferir en futuros procesos de tamizado.
Este proceso de tamizado húmedo se puede realizar siempre y cuando la muestra sólida tenga las propiedades de ser insoluble al agua, no expandirse al contacto con el agua y ser capaz de soportar, sin alterarse, temperaturas de hasta 110°C. Es también un proceso ideal para muestras muy altas en material granulado fino, que dificulta el proceso de tamizado con el método regular.
Algunos de los materiales que pueden ser sometidos al tamizado húmedo son los suelos y agregados minerales, carbón y otros minerales, polvos ligeros, lodos, esmaltes, rellenos, abrasivos, micro-granulaciones, entre otras.
Al momento de realizar el proceso de Tamizado Húmedo, se debe tener en cuenta los siguientes ítemes para mejores resultados:
– Antes de comenzar, pesar y registrar el peso de la muestra completa
– Añadir a la solución, Hexametafosfato de sodio, para evitar grumos.
– Humedecer de manera uniforme la muestra con la ayuda de pulverizadores
– Al añadir el agua, hacerlo de manera suave, para no perder partes de la muestra en salpicaduras.