Uno de los elementos protagonistas al realizar ensayos de electroquímica en el laboratorio, son las soluciones, las cuales pueden ser una mezcla homogénea de dos o más sustancias. Los tipos de soluciones se pueden clasificar bajo distintos parámetros:
Concentración:
Las soluciones pueden ser concentradas o diluidas, dependiendo de la cantidad de soluto disuelto, si esta es elevada, será una solución concentrada, de lo contrario, será diluida.
Soluto:
Las soluciones también pueden tipificarse por la cantidad de soluto en el solvente, pudiendo ser entonces saturadas, con un equilibrio entre soluto y solvente, sobresaturadas, cuando el soluto es más del necesario o finalmente no saturada, que son las que aceptan más soluto, el que se disuelve con facilidad.
Al realizar procedimientos de electroquímica, se necesita de un conductor o semiconductor, los cuales son en su mayoría soluciones. Es por eso que aquellas necesarias para este campo pueden ser:
– Electrolitos: Puede ser cualquier sustancia iónica que se descompone al pasar por una corriente eléctrica. Estos pueden ser débiles o fuertes, dependiendo de qué tan fácil se separan al ionizar.
– Buffer: Estas soluciones alteran la concentración de los iones de hidrógeno en el agua y se encargan de estabilizar y regular el PH.
– Calibración de conductividad: Estas soluciones se utilizan, como su nombre lo indica, para calibrar los instrumentos conductores, para así lograr la mayor precisión posible en el ensayo. Éstas pueden ser estándar o específicas para el uso que se le quiera dar.