Las láminas de acero galvanizado tienen cientos de aplicaciones en la manufactura moderna. Los fabricantes de metal, independiente del uso que se le dé a su producto, reconocen el valor que tiene en la mejora de la calidad de vida de estas láminas, si se les añade una capa delgada de zinc. Sin embargo, los diseñadores especifican que para que esto sea posible, el recubrimiento con zinc debe ser realizado en una cantidad específica para que la resistencia a la corrosión sea la óptima. El ambiente en el que estará, la vida útil requerida y el radio en que se doblará la lámina, influencian el valor ideal en el que se deberá recubrir.
Para poder asegurar la consistencia del recubrimiento de zinc en cualquier proveedor que se utilice, se establecieron las definiciones de este producto en el estándar ASTM, donde se define el peso del recubrimiento para las láminas de acero. Para ayudar a que esto sea comprobado con mayor facilidad, también se establecieron en estas normas los estándares para el testeo, utilizando Fluorescencia de Rayos X.
Las primeras regulaciones para definir la longitud y masa para las láminas de acero galvanizado, fueron establecidas en 1799, las cuales ya están obsoletas con los nuevos materiales como el platino-iridio fijando nuevos estándares de medición internacionales en las décadas siguientes. Las nuevas reglas toman en cuenta constantes físicas tales como la velocidad de la luz en vacío, con los nuevos avances acercándose cada vez más para definir de manera precisa las cantidades necesarias.
En un esfuerzo por producir muestras permanentes de recubrimientos de zinc, las que puedan ser trazables en unidades de medida básicas, algunos productores han tomado láminas de zinc de un área y se han verificado con los estándares de longitud, para luego determinar la masa en una escala calibrada con estándares certificados. El zinc luego se monta con pegamento u otro adhesivo en la lámina de acero. A pesar de que la masa por unidad resultante tiene trazabilidad, hay varios supuestos que previenen que sea una referencia práctica para el acero galvanizado. No se puede asegurar que el zinc sea del mismo grosor en toda el área, tampoco la pureza de este zinc y el mismo hecho de usar pegamento, no asegura que tenga el mismo efecto que la unión generada por el calor. Todos estos factores pueden ser chequeados y verificados utilizando Fluorescencia de Rayos X, para así saber si un proveedor entregó un producto de la calidad necesaria para los diferentes usos que se requieran.