El ácido láctico es un producto altamente utilizado en la industria alimentaria para controlar el PH de los productos, además de la conservación y mejora del sabor en caramelos y bebidas gaseosas. También se utiliza en la farmacéutica para la fabricación de cremas y pomadas y en medicina para tratamientos antitumorales en combinación con polímeros y sales.
Para reducir costos de producción, se han buscado nuevas formas para producir ácido láctico con métodos alternativos que utilicen fuentes renovables como la biomasa vegetal o residuos agroindustriales.
El ácido láctico se puede producir por fermentación o síntesis química, aunque es la fermentación el método más utilizado a nivel industrial. Este es un proceso biológico que se sostiene con costos relativamente bajos y que permite obtener el isómero puro para la producción de PLA.
El equipo recomendado para lograr una fermentación controlada es el Biorreactor, el cual posee mecanismos seguros y asépticos de alimentación y toma de muestras. Con este equipo se pueden automatizar los procesos de fermentación, ya sea en modo discontinuo, alimentado o continuo, siendo capaz de controlar los parámetros como el PH, espuma, presión, temperatura y agitación, además de mantener el medio de cultivo según los requerimientos necesarios.
La producción del ácido láctico depende netamente de los factores biológicos, nutricionales y las condiciones en las que se realice el proceso. Utilizar un biorreactor permite que el cultivo se realice con la adición programada de soluciones y nutrientes en un proceso cronometrado y una dosificación en volumen específico según el seguimiento de la biomasa celular. Requisitos como el PH y la temperatura se pueden predefinir gracias al software del equipo con la más alta precisión.