El control del contenido del agua es un procedimiento muy importante, no sólo por la integridad de los ensayos de laboratorio, si no también para la seguridad de lo que se consume desde la red domiciliaria y el control de la contaminación industrial de las fuentes de aguas limpias.
Una de las primeras etapas al realizar estudios de aguas para consumo humano, es la preparación de muestras para el conteo de bacterias, para ello se utiliza una incubadora, un baño termorregulado y un agitador de tubos.
Para preparar los medios de cultivos y las soluciones que se utilizarán para los ensayos, se requiere de una Balanza de Precisión y una Analítica, además de un contador de colonias.
Durante el ensayo, se utiliza un agitador magnético con calefacción, un gabinete de bioseguridad, un horno de secado para eliminar completamente la humedad de los instrumentos de vidrio de que se utilizarán durante el análisis y una mufla para eliminar las impurezas de los materiales y también para realizar análisis gravimétricos.
En el momento de la preparación de las soluciones, también se debe utilizar agua limpia y de calidad, que no contenga los elementos a analizar en el ensayo, para así evitar lecturas erróneas de los resultados. Por lo que también se requiere de equipos purificadores destinados para ello.
Para purificarla, se puede utilizar un destilador de vidrio, tipo pilsen o un bi-destilador, el que destila dos veces para una mayor pureza. También se puede usar un purificador de osmosis inversa automatizado, aún así, la selección del tipo de purificador, dependerá del grado de pureza que se quiera lograr.