El Molino de Bolas es un equipo de laboratorio que funciona mediante cilindros horizontales que contienen esferas en su interior junto con el material que se desea moler. Al rotar, el movimiento hace chocar las esferas y así se rompe el material, reduciéndolo a partículas más pequeñas, lo que lo hace ideal para materiales de alta dureza y difícil fragmentación.
Las esferas del Molino de Bolas están hechas de material de alta densidad que entrega una molienda eficiente y un resultado más fino. Para obtener un grano más pequeño, se recomienda el uso de esferas más pequeñas y para un grano más grueso, esferas de mayor tamaño.
En el laboratorio y a nivel industrial, este equipo se utiliza principalmente en el proceso de fabricación de medicamentos, minerales, fertilizantes, alimentos, metales, pinturas, morteros, materiales refractarios, cemento y cerámicas, entre otros.
Para el uso en laboratorio, las esferas de este molino son generalmente de porcelana, las que pueden o no contener alúmina. Este material es uno de bajo costo con una buenísima eficiencia, durabilidad y resistencia al calor, corrosión y abrasión.
El Molino de Bolas, mediante la acción de choque de las esferas entre ellas y el cizallamiento de éstas contra las paredes de los cilindros, es capaz de convertir en material en polvo fino con muestras tan resistentes como lo son la arena gruesa, vidrio, ámbar, cacao y hueso bovino, el que se utiliza para la fabricación de prótesis dentales.
El tiempo de molienda que requerirá cada material, velocidad de rotación, así como la cantidad y tamaño de esferas requeridas para cada aplicación, dependerá del tipo de muestra que se necesite moler. A modo de referencia, se establece la regla de que la cantidad de esferas sumado a la muestra que se va a moler, no pueden superar en cantidad a ⅔ del cilindro, dejando ⅓ libre para que las esferas puedan moverse de tal manera que se pueda realizar el proceso de molienda.