El Gabinete de Bioseguridad se utiliza en los laboratorios para capturar y remover sustancias peligrosas del aire, las que son producidas por algunos ensayos y aplicaciones. Estos pueden ser gases, vapores, aerosoles o material particulado. El Gabinete crea un mesón con un ambiente cerrado desde el que se succiona el aire con ventilador que utiliza filtros que atrapan las sustancias peligrosas y permiten que el aire limpio entre al espacio de trabajo.
Hay una variedad de filtros que se pueden utilizar en un Gabinete de Bioseguridad y el se escoja dependerá de las sustancias que se trabajen en él. Estos pueden ser:
Filtro químico: Hechos de carbono activado, son creados mediante vapor que calienta el carbono y grafito a altas temperaturas de hasta 980°C. Esto separa las capas de carbono cristalino y crea un gran volumen interno, lo que permite la absorción de partículas químicas. El carbono activado luego es impregnado por pre-adsorción de un químico que reacciona con el contaminante que se pretende capturar. Existen cuatro tipos de filtros de carbono activado y pueden filtrar vapores orgánicos, amoníaco, formaldehído y ácidos.
Filtro de material particulado: Estos se filtran de manera diferente que los vapores químicos. Para ello, generalmente se utiliza un filtro HEPA o ULPA, los que funcionan con capas de fibras densas que crean una malla fina fuerza el aire a través de ellas y remueve los contaminantes. Los filtros HEPA tienen una eficiencia del 99,97% para partículas de hasta 0.3 μm, mientras que los ULPA tienen la misma eficiencia, pero en partículas de hasta 0.12 μm. Por lo que escoger cuál utilizar, depende netamente del tamaño de las partículas que se producirán.
Es importante elegir el filtro correcto para el Gabinete de Bioseguridad, para así no liberar al ambiente partículas o vapores dañinos. Al momento de escoger, se debe realizar un estudio completo del riesgo que conlleva el trabajo que se desea realizar en el laboratorio.