La conductividad, también llamada conductividad eléctrica (EC), es una medida de la habilidad de las sustancias para conducir una corriente eléctrica y esto puede ser calculado utilizando un equipo especializado para esto. En la agricultura, este valor se utiliza como un indicador de los niveles de nutrientes del suelo.
Muchos factores pueden afectar la conductividad del suelo, incluidos la temperatura, uso de fertilizantes, salinidad e irrigación. Existen dos métodos principales para testear la conductividad del suelo: Mezclar una muestra de suelo con agua para formar una sustancia barrosa o medir directamente en terreno con un dispositivo.
Un medidor de conductividad es portátil, por lo que puede utilizarse directamente en terreno, dependiendo del modelo, también pueden medir la solución barrosa, agua y fertilizante e incluso agua de caldera de baja conductividad. Su diseño sencillo de usar permite que operarios no especializados realicen las mediciones necesarias.
En equipos análogos, la recalibración se debe realizar con ajuste manual de la pendiente. Pueden compensar la temperatura para la conductividad en muestra de hasta 25°C de manera automática. Los parámetros de PH y conductividad requieren de calibración, el PH se hace en tres puntos: 4, 7 y 10, por otro lado, la conductividad tiene calibración en un sólo punto a 3.9 milimhos.
Al testear el suelo, se deben evitar los primeros centímetros de la tierra, ya que las sales se tienden a acumular a esa altura por la evaporación del agua, lo que puede dar una lectura de conductividad más alta de lo real.
Si se va a realizar una mezcla barrosa, se debe hacer con agua destilada o desionizada. No es necesario medir la conductividad de ella, ya que no será lo suficientemente alta como para afectar la conductividad de la mezcla. Sin embargo, si esto se realiza con agua de la llave, sí se debe realizar una medición previa de la conductividad del agua.
Finalmente, se deben tomar muestras de toda el área de interés, ya que la conductividad puede variar de gran manera desde donde hay raíces de plantas hasta un área más lejana. Este método ayuda a tener una imagen completa de las lecturas de conductividad de toda la zona que se quiere usar para agricultura.