Un medidor de turbidez, o turbidímetro, es un equipo utilizado para medir de manera rápida y precisa la turbidez u opacidad del agua, la que es causada por partículas sólidas en suspensión.
Entender la forma en la que un medidor de turbidez funciona puede ayudar a lograr resultados más precisos, asegurando que tanto las muestras como los equipos involucrados en el análisis, sean manejados de manera correcta.
La turbidez corresponde a la apariencia opaca o nublada del agua, la que es generalmente causada por partículas sólidas en suspensión. Es a menudo utilizada como un indicador general de la calidad del agua, particularmente para agua limpia y potable de la red domiciliaria.
Los medidores de turbidez electrónicos funcionan midiendo la cantidad de luz que es dispersada a 90° por las partículas suspendidas presentes en la muestra de agua que se está analizando.
Sin embargo, esta dispersión puede variar levemente con el tamaño de las partículas suspendidas, siendo las partículas más grandes las que serán más propensas a dispersar la luz en ángulos pequeños, mientras que las partículas de menor tamaño, permitirán que la luz se disperse en ángulos más grandes.
Es por este motivo que algunos medidores de turbidez tienen incorporado una especificación llamada “tasa” o “relación”, la que se usa a menudo en estos equipos para compensar las diferencias en el tamaño de las partículas presentes en la muestra de agua.
Cuando un medidor de turbidez está realizando una medición con la especificación de “tasa” activada, entonces usará los datos tomados desde varios detectores y realizará un promedio, de tal forma que se podrá corregir los cambios causados por la diferencia en el tamaño de las partículas suspendidas en el agua. En algunos equipos, esta especificación se puede encender o desactivar según lo que se requiera para la aplicación, así como también una medición en 360° para una máxima corrección de errores en el análisis.