Todas las plantas necesitan un suelo rico en calcio para crecer. La planta utiliza el calcio para desarrollar sus paredes celulares y membranas. Este es un elemento sin lixiviación, por lo que se queda en el suelo y no se traspasa a las plantas, además de que mejora la penetrabilidad del agua y reduce la salinidad del suelo.
Por todo lo anteriormente mencionado, es de vital importancia determinar la cantidad de calcio presente en los suelos. Generalmente, para este fin, se utilizan instrumentos de absorción atómica (AA) o Espectrometría de emisión óptica de plasma de acoplamiento inductivo (ICP-OES), lo que entrega una lectura precisa de los iones de calcio presentes en el suelo.
Pero estos métodos son más caros y requieren de personal especializado para su uso, por lo que existe un medidor portátil de iones de calcio, con el que que se puede hacer el análisis una vez que se extraen los iones de calcio desde una muestra de suelo con 1 mol/L de acetato de amonio.
El método para esta medición es:
1- Secar el suelo por al menos una semana y pasar por un tamiz de 2 mm de diámetro.
2- Insertar 1 gramo de la muestra de suelo en un matraz de vidrio de 100 mL y agregar 20 ml de 1 mol/L de acetato de amonio.
3- Agitar el matraz en una amplitud de 40m/min a 250 rpm por una una hora para extraer el Ca2+ del suelo utilizando un agitador alternativo.
4- Filtrar el líquido con un papel filtrante N°6.
5- Calibrar el medidor de iones de calcio con una solución estándar de 150mg/L y 2000mg/L Ca2+ que contengan la misma concentración de acetato de amonio que las muestras filtradas.
6- Agregar una pequeña muestra de la solución filtrada en el sensor del medidor de iones de calcio y luego medir. Para repetir el procedimiento, se debe lavar el sensor con agua de la llave y secar con papel.
El uso de un testeo preciso de iones de calcio para controlar el contenido de calcio en los suelos, asegura que las plantas que crezcan ahí, tengan los minerales necesarios y puedan absorber fácilmente el agua.