Un análisis de humedad y peso puede proveer información crítica sobre el contenido, calidad y seguridad de los alimentos durante su etapa de fabricación, producción, almacenamiento y traslados. Usar una Balanza de Humedad es vital para mejorar la calidad de los alimentos en el laboratorio, ya que ésta indica la presencia de microbios en el producto, así como también los niveles de acidez y agua. Todos estos factores son índices de qué tan fresco está un alimento y funciona también como una forma de validar los procedimientos de saneamiento durante la producción.
Una balanza de humedad, también llamada medidor o analizador de humedad, consiste en una unidad de pesaje y una unidad de calor, las que se utilizan para determinar el contenido de humedad de una muestra determinada. Este equipo funciona comparando el peso original, con aquel de la muestra una vez seca, para así determinar el peso de la humedad que ya se ha evaporado. La Balanza de Humedad hace que el proceso de secado sea más rápido y sencillo de analizar, ya que está incorporado a la balanza misma.
Este proceso es un método sencillo y confiable para testear y analizar alimentos, así como también para ayudar al equipo de producción a evaluar los contenidos de las mezclas y lotes. Para ello, es importante escoger la temperatura precisa que se adapte a los distintos tipos de muestras de alimentos. Una Balanza de Humedad generalmente utiliza una lámpara halógena de 400 watts para calentar la muestra en incrementos de 1°C, con diferentes opciones de calor para que el operario tenga la flexibilidad de personalizar los métodos de prueba y las temperaturas de los diferentes materiales.
Dependiendo del fabricante, estos equipos también permiten almacenar los estándares de análisis para casos de testeos frecuentes de los mismos productos, sin tener que realizar programaciones adicionales.