Los bioinsumos son clave para una producción agrícola sostenible y es una tendencia que ha tomado cada vez más fuerza en la biología moderna. Su base está en el uso de recursos biológicos renovables a través de la innovación y los procesos tecnológicos, aplicados a áreas productivas.
Los bioinsumos pueden ser un producto, proceso o una tecnología de origen vegetal, animal o microbiano, los que se pueden utilizar en un proceso de producción agrícola o ganadera. Generalmente son derivados de organismos beneficiosos como microorganismos, metabolitos, insectos o extractos de plantas.
Las principales ventajas del uso de bioinsumos son:
– Son específicos para cada uso, por lo que tienen bajo impacto en los organismos que no son su objetivo.
– Minimizan la aparición de insectos y microorganismos fitopatógenos resistentes.
– Reduce la necesidad de uso de productos químicos artificiales, aumentando la seguridad de consumidores y trabajadores.
– Los cultivos agrícolas tienen menor impacto y están en equilibrio con el medioambiente, gracias al uso de recursos naturales sostenibles.
Sin embargo, el uso de bioinsumos también tiene algunas desventajas, estas son:
– Requiere de conocimientos técnicos específicos y de estrictos parámetros de control de calidad en cada etapa.
– Alto riesgo de contaminación cruzada por otros microorganismos que pueden provocar enfermedades.