Un horno de secado se utiliza en el laboratorio para calentar materiales y remover su contenido de humedad. Se aplica generalmente cuando es necesario un proceso de secado previo, como en las industrias de alimentos, productos de agricultura, farmacéuticas, etc.
Este horno acelera el proceso de secado al crear condiciones óptimas para la evaporación. Con un horno de aire caliente, el material se seca por convección, lo que hace circular el aire alrededor de la muestra. Este tipo de secado es efectivo y eficiente para grandes cantidades de muestra.
El horno de secado usa el calor para eliminar el contenido de agua de una muestra, para luego enviarlo fuera del equipo. Estos equipos son especialmente útiles para el secado de muestras sensibles al daño por humedad, como componentes electrónicos o químicos. También pueden remover la humedad de los alimentos, para prolongar su vida útil. Algunos hornos de secado están equipados con un deshumidificador, lo que ayuda a reducir aún más la humedad relativa dentro del equipo. El proceso de secado puede realizarse de manera más rápida y efectiva si se mantiene la humedad baja.
Algunos usos del horno de secado son: Envejecimiento o templado de componentes plásticos o electrónicos, secado de semillas y productos de cultivo, pruebas de estabilidad en alimentos, esterilización de trajes y guantes quirúrgicos.
Tipos de horno de secado:
Convección natural: Trabaja desde la temperatura ambiente y hasta los 200°C
Aire forzado: Caliente hasta los 250°C para un secado más preciso
De carbolita con convección natural: Temperatura máxima de 300°C