Todo laboratorio necesita un microscopio como parte de su equipamiento base. Así también, todo microscopio necesita de una buena superficie para su estabilidad. Sin embargo, este mesón debe ser apropiado para cada propósito.
A continuación, dejamos algunos puntos importantes a considerar al momento de escoger una superficie para el microscopio en el laboratorio:
1- Especificaciones.
Cada microscopio es diferente, son en su mayoría muy específicos en diseño y forma. Por esta razón, el mesón necesita ajustarse a cada microscopio en particular. No sirve ubicarlo en cualquier mesa o mesón del laboratorio, por lo que se requiere diseñarlo con una empresa que los fabrique a medida.
2- Ergonomía.
Así como el mesón debe ajustarse al microscopio, también debe ajustarse al operario. Es por esto que la mesa de trabajo debe estar ergonómicamente acorde a los usuarios, de esta forma, será cómoda de usar, lo que se traduce en una mejor productividad y eficiencia.
3- Diseño robusto.
La calidad del producto es otro punto importante. La superficie de trabajo del microscopio debe ser de la mejor calidad para que así pueda tener una larga vida útil. Esto también permite que se puedan ubicar más equipos en un mismo mesón, sin temor a que se pueda dañar.
4- Superficie resistente.
El trabajo diario del laboratorio puede generar mucho daño en las superficies y se deben considerar una serie de características como regletas, asegurando la movilidad si es necesario, amortiguación de vibraciones, entre otros. La superficie también debe ser resistente a los químicos que se usarán en el laboratorio.