Al trabajar con la medición y el traslado de un líquido, existen muchas opciones para elegir. Las pipetas y dispensadores pueden venir en diferentes formas, tipos y tamaños. Escoger el equipo de manejo de líquidos correcto puede ser confuso, por lo que hemos armado esta guía básica para llevarlo adelante de la mejor manera.
Medir el líquido
Primero, se debe decidir si el volumen que se está trabajando es pequeño o grande. En esta instancia, un volumen pequeño puede clasificarse como tal, si es menor a 10 ml, por otro lado, un volumen grande puede ser de hasta 100 ml. Conocer esto ayudará a disminuir la cantidad de opciones.
Dependiendo del modelo, una pipeta puede mover volúmenes desde los 0.1 hasta los 100 ml.
Tipo de recipiente
¿Hacia dónde deseas transferir el líquido? Hay que decidir si se requiere trasladar hacia una placa, tubo o botella. Esto acotará aún más las opciones que sean más adecuadas para cada una durante el manejo de líquidos.
Consistencia del líquido
El siguiente paso será conocer la consistencia del líquido a trasladar. Si la muestra es acuosa, viscosa, varía con la temperatura o es volátil. Este es un factor importante a considerar. Por ejemplo, si se está manejando un fluido acuoso, como lo es el agua, se puede realizar sin problemas con una pipeta. En este caso, se recomienda una con sistema de presión de aire, por sobre una de desplazamiento positivo.
También es importante conocer el rendimiento, ya que un método con un alto rendimiento, tiene más beneficios para un flujo de trabajo más demandante y viceversa.
Complejidad de la tarea
Finalmente, hay que asegurarse de conocer qué tan complejo es el método que se está realizando. Si se va a trabajar con una variedad de soluciones diferentes o con medidas diferentes, se recomienda un equipo de manejo de líquidos más versátil.