Trabajar con ácidos concentrados y diluirlos según se requiera, ayuda a ahorrar espacio en el laboratorio y entrega flexibilidad para amar cualquier concentración a pedido. La única desventaja es que, el trabajo con ácidos concentrados, puede ser muy peligroso.
Al realizar diluciones, es vital el trabajo de manera segura y siempre tener en cuenta agregar el ácido al agua y no al revés. Entender el por qué de esto, ayuda a dar entendimiento de la importancia de esta advertencia y así asegurar que todas las disoluciones se realicen de manera segura.
Generación de calor
Luego de medir la concentración de ácido y el agua, el ácido se añade al agua. Esto es así porque, cuando ambos se mezclan, se genera calor. Esto se llama la “entalpía de solución” o “entalpía de disolución”. A nivel atómico, este calor está provocado por la atracción ácido-agua, que se crea cuando ambos se mezclan.
Esto se puede observar al momento de hacer la disolución, al añadir el ácido concentrado, se puede sentir como la solución se calienta.
El agua absorbe el calor
Cuando se genera calor, éste debe ir a alguna parte. Si se añade el agua al concentrado de ácido, el calor irá al ácido que aún está concentrado. Esto puede causar que libere vapores, salpique e incluso hierva, lanzando vapores corrosivos y gotas al ambiente.
Si se añade el ácido hacia el agua, el calor será absorbido por el agua, lo que sólo la entibiará levemente, permaneciendo sin reacción. Esto se debe a las uniones de hidrógeno en el agua, lo que significa que se requiere de mucha energía para que llegue a punto de ebullición, por lo que el calor de la disolución no es suficiente para ello.
Trabajo seguro
Incluso si se está realizando la disolución de la manera correcta, de todas formas se debe trabajar con precaución. Cualquier trabajo con ácidos concentrados es peligroso y debe ser realizado con cuidado.
Antiparras, guantes y bata de laboratorio deben ser usados en todo momento. Otros elementos de protección personal pueden también usarse, dependiendo de la tarea.