Para evaluar con precisión si una pieza de joyería está hecha de metales preciosos y para dar confianza a los clientes sobre lo que comprarán, los joyeros pueden utilizar varios métodos para probar las joyas, incluso realizando el análisis frente al cliente.
La verificación de los metales por parte de los diseñadores y fabricantes es especialmente importante ya que muchos joyeros han cambiado a oro y plata reciclados como fuente de materia prima. Según el USGS, en 2021 se recuperaron aproximadamente 650 toneladas de plata de chatarra nueva y vieja, alrededor del 8% del consumo aparente. En ese mismo año, se reciclaron aproximadamente 90 toneladas de chatarra de oro nuevo y viejo, equivalente a alrededor del 36% del consumo informado. Dado que el oro y la plata pueden provenir de una variedad de fuentes, desde empastes dentales hasta convertidores catalíticos, es una buena idea confirmar el contenido antes de que comience el proceso de diseño y fabricación, y luego nuevamente antes de que llegue a manos del consumidor.
Las pruebas de verificación que utilizan las empresas para combatir los riesgos de metales mal identificados incluyen la prueba de raspado y ácido, que se usa mucho pero no es muy precisa. El método más preciso es el ensayo al fuego donde se funde la pieza, pero este método destruye la muestra. Los métodos de laboratorio con máquinas costosas requieren una preparación extensa de la muestra y tiempo dedicado al envío de las piezas al laboratorio. Finalmente, existe la fluorescencia de rayos X portátil (XRF), un método no destructivo que mide múltiples elementos en segundos.
La tecnología de fluorescencia de rayos X (XRF) es una solución rápida, sencilla y no destructiva para analizar metales y aleaciones. Los analizadores de metales preciosos XRF portátiles que pueden colocarse directamente en el mostrador de la joyería, pueden identificar el quilate e incluso determinar la presencia y concentración de otros elementos traza de aleación.
Como mencionamos, la antigua prueba de raspado y ácido de baja tecnología que muchos minoristas usan para probar el oro no es muy precisa y es potencialmente peligrosa. Cuando se usa ácido para verificar el contenido de oro, se debe raspar las joyas en una piedra para obtener escamas o una raya de oro que se pueda probar. Eso significa que está frotando parte del material y luego agregando unas gotas de ácido corrosivo en la raya dorada, lo que podría destruir el diseño o el valor de la pieza, así como quemarse los dedos. Ciertamente no querrás hacerle eso a una nueva pieza de joyería de diseñador mientras un cliente mira y juzga si quiere comprarla o no.