Un molino de bolas de laboratorio es un tipo de triturador que se utiliza para moler materiales de gran tamaño de alimentación y una gran cantidad de muestra en polvo fino. El frasco se llena con bolas, generalmente de acero o cerámica, que muelen el material a medida que gira el frasco.
El principio de funcionamiento es simple: La rotación de la jarra hace que las bolas choquen con el material, moliéndolo en partículas cada vez más pequeñas. El tamaño del polvo se puede controlar ajustando el tamaño de las bolas y la velocidad de rotación.
El molino de bolas de laboratorio se utiliza para moler una amplia gama de materiales, incluidos productos químicos, cerámica, vidrio, minerales y más. Este tipo de molino es ideal para hacer pequeñas cantidades de materiales o para moler materiales que son difíciles de reducir a polvo fino usando otros métodos.
Tipos de molino de bolas de laboratorio
Los molinos de bolas planetarios utilizan la rotación planetaria para moler materiales. Consisten en un disco giratorio (rueda solar) y varias jarras de molienda más pequeñas (planetas) que están montadas en un eje central.
El principio de funcionamiento se basa en el impacto y la fricción: Los vasos de molienda giran alrededor del eje central y la rueda solar gira en la dirección opuesta. Las bolas dentro de los frascos chocan con el material, moliéndolo hasta convertirlo en un polvo fino. La velocidad y el movimiento de los recipientes de molienda y la rueda solar se pueden controlar para producir diferentes resultados de molienda.
Estos molinos se usan comúnmente en el laboratorio para moler una amplia gama de materiales, incluidos productos químicos, minerales, cerámica y más. Son especialmente útiles para moler materiales que son difíciles de reducir a polvo fino usando otros métodos y para preparar pequeñas cantidades de materiales para análisis.
Un molino mezclador de laboratorio es un tipo de molino de bolas diseñado para la preparación de cantidades muy pequeñas de muestras. Utiliza un impacto de alta energía para moler el material hasta convertirlo en un polvo fino.
El principio de funcionamiento se basa en un impacto de alta energía. Los frascos de molienda, llenos de bolas y la muestra, giran alrededor de un eje común y chocan entre sí, lo que hace que las bolas golpeen la muestra y la reduzcan a un polvo fino. Este impacto de alta energía da como resultado una molienda mucho más rápida y fina de lo que es posible con otros tipos de molinos de laboratorio.
Se utiliza para molienda seca, húmeda y criogénica. Es ideal para preparar cantidades muy pequeñas de material para análisis y es especialmente útil para moler materiales que son difíciles de reducir a polvo fino utilizando otros métodos. Además se puede utilizar para moler en un entorno criogénico, lo que lo hace adecuado para la preparación de muestras sensibles al calor o la humedad.
Estos molinos se usan comúnmente en el laboratorio para moler una amplia gama de materiales: Tierra, desechos, productos químicos, drogas, granos, semillas, plantas, tejidos, cabello, huesos, plásticos, cerámica, minerales, textiles, lana y más.